El impresionismo sigue siendo hoy en día el movimiento artístico más popular del mundo occidental y ampliamente usado en la actualidad. Supuso un cambio radical en la forma de entender el arte. Originalmente la palabra impresionismo se usó en un sentido peyorativo: hacía referencia a una de las primeras exposiciones en las que las obras se consideraron mal acabadas, simples bosquejos.

Si queremos ubicarlo históricamente, abarcó desde la primera exposición impresionista (1874) hasta la última (1886), pero en realidad se remontó desde el realismo hasta elpostimpresionismo.

Existieron al principio dos líneas más o menos definidas, dos tendencias, la pintura al aire libre y la representación de escenas cotidianas de la vida de aquella época, ambas cosas inaceptables por el arte tradicional como motivos para una pintura. A pesar de ello no se podría establecer una definición clara y nítida por grupos, unos mostraban un especial interés por los paisajes, todo lo contrario que otros.

Pintar al aire libre (en plein air) fué una característica esencial del impresionismo. Los artistas salían de sus estudios y pintaban en el exterior directa y espontáneamente, de forma rápida, intentando capturar los efectos de la luz en el menor tiempo posible.

Ya se venía haciendo algo así a lo largo del siglo XIX cuando se tomaban apuntes rápidos al óleo en pleno campo, bosquejos que posteriormente se utilizaban en el estudio para acabar las obras. Pero en la época de los impresionistas esos mismos bosquejos se terminaban en el exterior, sin pasar por las técnicas tradicionales de estudio.

En la época del impresionismo ser un artista famoso significaba estar presente y tener éxito en “El Salón”, la exposición anual de Francia por excelencia. Prácticamente todas las obras de éxito en el Salón eran de técnica tradicional, de refinado acabado y siempre sobre temas históricos, mitológicos o religiosos. Pero las nuevas pinturas eran frescas, directas, con motivos cotidianos aparentemente arbitrarios, con paisajes sencillos pero captados en una forma nueva. Es fácil entender pues la facilidad con que las primeras obras impresionistas eran sistemáticamente rechazadas por inacabadas, toscas y de temas impropios.

Ante este panorama los nuevos artistas, en 1874, se unieron e intentaron lograr un reconocimiento independiente del oficial o tradicional. De abril a mayo de ese año treinta miembros de la formada “Société anonyme des artistes peintres, sculpteurs, graveurs” expusieron sus obras en lo que con el tiempo se denominó la primera exposición impresionista.

Otro de los factores mas importantes del impresionismo aparte de la pintura al aire libre y las escenas cotidianas fué un uso diferente en la utilización del color, frente a las técnicas de los pintores tradicionalistas.

Al no trabajar en un estudio, se entendían mejor los efectos cambiantes de la luz y los colores en la naturaleza. Se utilizaban paletas de colores reducidas para agilizar las mezclas e intentar captar con mayor rapidez los efectos.

Descubrieron que los objetos son alterados segun el color del entorno, de la predominancia de la luz. Se utilizaron colores y mezclas más claras, luminosas y brillantes, algo que también fué propiciado por el desarrollo tecnológico de las nuevas pinturas durante el siglo XIX con una gama más amplia de pigmentos y preparados además en tubos que se transportaban fácilmente.